martes, 1 de julio de 2014

Reseña: Trilogía del Baztán. El guardián invisible.

Al final no sé para qué pongo el orden en el que voy a subir las reseñas porque al final las subo de otro modo, en fin... ¡Lo siento! y siento también la tardanza pero ya sabeis, fin de curso, exámenes (todo aprobado, ¡bien!) y demás quehaceres (de todo menos ir a la playa, sigo blanca nivel lectura de interior). Pero bueno, vamos al turrón que es lo que importa.

Mi tío, al que los libros se le suelen alargar mucho en la mesilla de noche, me recomendó esta novela con la frase 'Me lo leí en una semana'. Dicho y hecho, no se equivocó con los de Carlos Sisí y con tan prometedora publicidad  la trilogía de Dolores Redondo no podía defraudarme. Y efectivamente, a mí también me duró una semana, pero no solo el primer libro, sino el primero y el segundo. Hacía tiempo que no me ponía a leer sujetándo el kindle en una mano mientras removía los fideos en la otra, pero los libros lo merecen.
Lo de leer mientras cocinas no es una idea del todo buena...

Cabe decir que comencé a leer la novela con el convencimiento de que tenía entre manos una novela americana de misterio (cosas de usar el kindle y entrar en los ebook sin fijarme apenas ni en el título, ni en el autor ni, mucho menos, en la portada). Nada más lejos de la realidad. La autora es autóctona y el emplazamiento de su historia también. Ya sabeis que no suelo ser fan de los autores españoles. No hay ni prejuicio ni intención, simplemente me atraén más géneros que han sido cultivados con más frecuencia (y en ocasiones con más acierto) por autores extranjeros. En todo caso,  tomar conciencia de que eso de Trilogía del Baztán tenía que ver con el Valle del Baztán, sito en la Comunidad de Navarra, me entusiasmó. Me encantan los parajes del Norte de España, me llenan de curiosidad la historias que toman tierra en espacios conocidos, así que empezábamos con buen pie.
Pero, ¿de qué va? pues El guardián invisible relata la investigación de una serie de asesinatos por parte de la policía foral de Navarra. El equipo, con Amaia Salazar al frente, debe encontrar al culpable que ha asesinado a varias niñas, dejando sus cuerpos sin vida en el Valle, antes de que vuelva a atacar. Amaia, que ha trabajado en el FBI y cuyo marido (alias hombre perfecto) es un conocido artista americano, no es la típica policía de barrio precisamente. Ello contribuye a que la historia, aunque no pierda su contextualización vasca en ningún momento, crezca en un ambiente más propio de True Detective que de Los Hombres de Paco y eso se agradece.  
Podríamos decir que la línea argumental principal se concentra en el caso criminal y su resolución así como los giros que este va sufriendo, mantienen en vilo al lector. No obstante, de forma completamente pareja se desarrollan dos subtramas que tiran de la curiosidad de quien se adentra en la lectura, casi con la misma intensidad. Una de ellas la configura la realidad personal de la agente Salazar, su familia, los entresijos que la han llevado a la situación delicada en la que la encontramos cuando comienza la novela, los secretos que se ocultan en el pasado y las interferencias que provocan en el presente. La segunda es la que golpea rítmicamente la realidad cotidiana e indiscutible de las otras dos con la bella y mágica mitología vasca que, una y otra vez, amenaza con tomar cuerpo y arrebatar de sus guías cualquier planteamiento cientificista que se trace en la historia.
Amaia Salazar es uno de esos personajes con los que te encariñas desde la página uno. A caballo entre su carrera profesional y su vida profesional, es una mujer fuerte a la que en ocasiones su vida personal la supera. Por algún sitio he leído que se compara con la agente Clarice Starling de El silencio de los Corderos. Yo, desde el conocimiento que me dan las películas (no me he leído las novelas de Harris, pero es material pendiente), no veo esa similitud. Starling renuncia a tener familia para dedicarse plenamente a su trabajo, Salazar se enfrenta a la titánica tarea de ser la una excelente profesional y llevar adelante todos sus proyectos personales y familiares. Clarice proviene de una familia rota, cierto, y desde muy joven tiene que enfrentar la realidad de verse sola en el mundo (queriendo, en el impass, salvar a ese pequeño corderito que gritaba en la noche); pero la historia familiar de Amaia no es que sea dura, es que es cruel. En ambas su niñez condiciona su moral, régia y salomónica, pero de la honorable americana tipo en la que se convierte Starling a la pasional vasca que representa Salazar hay un océano atlántico y toda una historia cultural de distancia. Por eso para mí Amaia es un personaje con un caracter muy particular, muy propio y poco comparable, sino es en líneas muy generales, con otras 'mujeres policía'.
Si Amaia representa el aspecto formal, racional y en ocasiones hasta burocrático, el contrapunto lo representa su tia Engrasi (Como en las novelas de Kate Morton, aquí la voz predominante es femenina, los hombres parecen meras comparsas. Nada de lo que quejarme, simplemente es un apunte). Una mujer entrañable, que echa las cartas con un convencimiento capaz de hacer dudar al más escéptico. Es el corazón de la casa de Elizondo, pero también el eje principal que permite darle una oportunidad a la mágia que circunda la historia. Engrasi es quien posibilita el puente entre la realidad y lo mitológico, la que le da el peso suficiente para que los personajes máginos toquen tierra durante unos minutos y luego se desvanezcan. Otro gran personaje sobre el que pendulan tantas dudas irresolutas que más allá de la letra escrita te permite fabular sobre su historia.

Así pues, además de un thriller estupendo tenemos un elenco de personajes interesantes y de unas particularidades psicológicas intrigantes a los que apetece conocer cada vez más y más. Todo ello salpicado por giros espectaculares en los que el folklores vasco y la mitología del Valle parecen confundirse de manera que la línea entre realidad y fantasía por momentos se desvanece casi por completo.Una novela estupenda, encantadora de leer y que combina acción, emoción, terror y mágia en un equilibrio increíble.
Y así fué que no bien había cerrado las tramas principales del primer volumen, la autora me indicó que los flecos sueltos empezaban a tejerse en el segundo. ¿Cómo no empezar a leer Legado en los Huesos inmediatamente?

5 comentarios:

  1. Leí el primero y traté de convecerme de que era una gran novela cuando en realidad es la novela más sobrevalorada de los últimos tiempos.

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    1. ¿No te gustó? vaya, yo la leí casi por casualidad, como os cuento, sin saber que había sido un éxito editorial. Y, al margen de si en general se ha sobrevalorado o no, a mí realmente me gustó mucho. Le encontré más pegas a la segunda parte que a esta.

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  2. La novela negra no me atrae, pero esta es una de ellas en las que me he fijado más de lo normal. Tal vez por ese ambiente mitológico-norteño. El que la autora sea española para mí es un factor positivo. Es un libro que tengo por casa y que creo que gustó a mi madre, así que igual cae, aunque sin prisas.
    Un beso!

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    1. Es una buena lectura para le verano, y más ahora que estamos en un julio lluvioso jajajaja. Si 'caes en la tentación' del Baztán, ya nos darás tu opinión ;)

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  3. Cuando acabéis la Trilogía pasad por el enlace final de esta reseña de "Ofrenda a la tormenta" https://lanovelaantihistorica.wordpress.com/2015/06/20/en-lo-profundo-del-valle-una-resena-de-ofrenda-a-la-tormenta-de-dolores-redondo/.
    Encontraréis allí una pequeña gran novela negra ambientada en el País Vasco, en 1876, durante la última guerra carlista, en la que las muertes no sólo se producen en el campo de batalla...
    ¡¡Y no seáis egoístas!! Compartid el link. Más gente tiene derecho a saber que hay más novela negra vasca aparte de la Trilogía. ; ))

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