En un parque y con estas vistas me leí yo este verano 'El lector de cadáveres' de Antonio Garrido:
Vi esta novela en el escaparate de una librería y el título, sugiriéndome cosas macabras, me llamó lo suficiente la atención como para llevarme a descargarlo para mi Kindle. Y ahora, después de leerlo, no puedo sino recomendarlo. Es un libro estupendo que esconde una documentación histórica increíble.
Para poneros en situación, la novela trata acerca de la profesión de criminólogo forense en la Antigua China. Cí Long, inspirado, como nos señala el autor en las páginas finales donde detalla todo su trabajo de documentación, en un personaje real, aunque proviene de una familia humilde, aspira a convertirse algún día en forense. La profesión tiene un peso muy importante dentro del entramado social de la China de la época, por lo cual exige también una responsabilidad máxima hasta el punto que, si el forense se equivoca al determinar las causas de la muerte o al señalar al culpable de un crimen, debe pagarlo con su vida.
La presentación de un Grissom de la antigua china tiene su aquel, más aún cuando la novela abunda en detalles sobre los métodos pre-científicos y pre-informáticos con los que determinar las causas de una muerte o encontrar rastros del asesino en un cadáver. Sin embargo llego a ser incluso más interesante toda la contextualización cultural de la antigüedad china, desde las relaciones familiares hasta la casa del emperador.
No suelo ser amiga de las novelas históricas, pero a través de las páginas Garrido elabora una historia tan tremendamente entretenida, con tantos episodios de acción, que es imposible no sucumbir a la curiosidad por descrubir qué deparará el siguiente capítulo.
Ya he dicho en más de una ocasión que me gustan las novelas largas. Si una historia es buena, si sus personajes empatizan conmigo, me cuenta desprenderme de ellos así que prefiero tener unos buenos cientos de páginas por delante antes de encontrarme con la contraportada. Esta novela es larga (¡Bien!) pero también hay que reconocer que podría haberse publicado sin problemas en dos partes y tal vez con esa presentación hubiera resultado incluso más atractiva. Leyendo la historia encontramos un punto de inflexión entre lo que podríamos concebir como dos partes diferenciadas, tan cerradas en sí mismas que pueden presentarse como libros independientes. Ahora bien, las ramificaciones que se extienden entre una y otra les permiten mantener ese transfondo común que tienen todas las buenas series de libros (normalmente trilogías). No descarto que el autor proyectara la obra como algo más amplio pues la aparición de algunos personajes como 'Aroma de melocotón' surge con la fuerza de un personaje principal y desaparece entre los capítulos como si se hubiera tenido que despedir con prisa. Una lástima, me hubiera gustado conocer más acerca de ella y de otros. Pero bueno, es en vano divagar, la editorial o el autor, ha decidido apostar por la obra en una única publicación y así es como vais a encontrarla.
¿Qué decir de la prosa? gratamente me sorprendió encontrar tras las palabras a un autor español que hasta la fecha para mí era desconocido y que dentro del mundo editorial parece que está dando sus primeros pasos con solo dos títulos (incluyendo este del que ahora os hablo) publicados. Su manera de escribir es ligera pero no superficial, al contrario, tiene un gran dominio del lenguaje y de las estructuras llevando extraordinariamente bien los cambios de registro y de intensidad en las tramas. Una lectura para disfrutar.
¿Me queda algo más que recomendarla? creo que no. Personajes apasionantes, una historia (o historias pues el argumento es un tapiz en el que las vidas de los personajes se entrecruzan e irrumpen unas en las otras) que nos trasporta a la antigua China con gran rigor y que nos abre la imaginación a un argumento de thriler actual y colmado de acción; todo ello expresado mediante una pluma audaz de escritura loable. No hay más que decir, si teneis oportunidad leed esta novela. Si además podeis hacerlo desde un lugar tan bonito como el que yo tuve a bien encontrar, aun será mejor.