viernes, 27 de abril de 2012

Y ahora que la economía está de moda... (microreseña)

De nuevo actualizo con una microreseña sobre uno de los libros que he leído últimamente Freakconómics del economista Steven Levitt y el periodista Stephen J. Subner. El libro es de 2005 pero yo lo leí esta semana en mi querído ebook después de haberlo deseado por años en la librería. Si no lo compré antes no fue porque no me llamara la atención sino porque su precio (10€) estaba por encima del precio que tengo fijado para libros que no se si me van a gustar y esperaba que bajara de precio hasta estar dentro de ese margen (Por si a alguien le interesa el precio que busco en los libros que-no-se-si-me-van-a-gustar es de entre 0 y 2€. La librería París-Valencia ha sido la culpable de esta norma).
Después de leerlo puedo decir que este es un gran libro de no ficción. Sí, para romper lo que venía siendo la tónica de este blog, esta no es una novela. Más bien es una compilación de artículos del economista Levitt editados y organizados por Subner; una suerte de ensayo que trata sobre temas muy diversos desde una misma perspectiva: la posible explicación económica de los cambios sociales. Pero no temais, no es un tostón sobre economia, todo el tiempo  mantiene la tónica fresca de las publicaciones gamberras sin renunciar a su contenido sustantivo.
Cuestiones tan diversas cómo si el nombre que ponemos a nuestros hijos puede influir en su futuro, o reflexiones sobre qué tienen en común los profesores y los luchadores de sumo convergen en explicaciones sociológicas en base a claves económicas.
Sin duda es un libro de no ficción que recomiendo si te gusta explorar los entresijos de la sociedad, las motivaciones que explican diferentes actuaciones y sobre todo, si te gusta leer sobre aspectos curiosos del mundo que nos rodea y que suelen pasarnos desapercibidos. Aunque debo reconocer que tiene una estructura un tanto caótica y que en ocasiones deja cabos suelos o planteamientos interesantes sin desarrollar (obviamente a la economía y a la sociología no le podemos exigir el rigor de una ciencia teórica), es un libro que leer rápido, que invita a seguir leyendo y que te permite abrir la mente para detectar los mecanismos profundos que mueven las piezas del sistema social.

P.D: Esta semana, y probablemente algún tiempo más estaré un tanto desconectada porque mi mami me necesita a jornada completo. Pero seguiré actualizando ;)

lunes, 23 de abril de 2012

Día del libro

Hoy es el día internacional del libro. Hoy además una de mis alumnas particulares, la que vino decidida a sus 25 años a presentarse a la selectividad en junio, me ha dejado. Dice que mira la pila de libros que tiene que leerse (ejem... 3) y se agobia, que los libros la deprimen, que estudiar la amarga y que... volverá en septiembre, porque quiere volver a intentarlo. He perdido una de mis fuentes de ingresos, y eso es un revés en mi economía, pero bueno, eso tal vez se subsane dentro de unas semanas o unos meses cuando quizás aparezca un o una alum@ nuevo; a lo que le sigo dando vueltas sin embargo, es al discurso que me ha soltado sobre lo malos que son los libros:
Hace poquito leí en uno de esos horribles demonios de papel (cuya reseña pondré esta semana, por cierto), que entre otras cosas hablaba de la relación que existe entre la presencia de libros en la casa familiar y el éxito en los estudios de los hijos que allí se crían, lo siguiente:
"¿Es posible que la mera presencia física de los libros en casa vuelvan a los niños más inteligenes? ¿Producen los libros algún tipo de osmosis en el cerebro de un niño? si es así, podría tentarnos la idea de limitarnos a descargar un caminón de libros en cada casa donde viva un niño en edad preescolar.
De hecho eso es lo que el gobernador de Ilinois trató de hacer. A principios de 2004, el gobernador Tod Blagojevich anunció un plan para enviar po correo un libro al mes a cada niño de Ilinois desde que naciese hasta que entrase en el jardín de infancia (...) cuando (los libros) te pertencen y son tuyos - declaró -, y simplemente forman parte de tu vida, todo eso contribuye a crear un sentimiento... de que los libros deberían formar parte de tu vida." (Steven Levitt y  Stephen J. Dubner: Freakconómics. P.172. )
El plan nunca se aprobó así que nunca se llegó a probar si los niños de Ilinois con biblioteca propia rindieron más en los estudios y aunque los datos del ECLS comprueban que existe una correlación entre la existencia de libros en casa y las notas de los alumnos, convienen en afirmar, que pese a ello, no existe una causación. Esas conclusiones no me importan demasiado, pero la idea de que los libros deben formar parte de la vida de uno sí que me dice algo: leer un libro es, como decía Descartes: mantener una conversación con los mejores ingenios de los siglos pasados (René Descartes: El discurso del método. Libro I), leer te transporta, te abre horizontes, te hace replantearte quién eres, qué tienes, qué quieres. Hay libros y libros, eso está claro, lo que no está tan claro es que haya proliferado un rechazo sistemático por la lectura entre tanta gente. Hoy en día los lectores parecemos disidentes dentro de un sistema que aboga por limitar nuestra cultura a la pantalla de la tele y del ordenador donde, aunque abunda la información, la lectura es salpicada, distraída e inconexa.
Mi (ex)alumna me decía que prefería ver la tele a leer, de hecho que prefería hacer cualquier cosa antes que leer. Era normal, leer le requería un esfuerzo sobrehumano porque la falta de práctica le había mermado la comprensión lectora y tenía que releer muchas veces hasta entender qué ponía en aquellas líneas. Podemos aprender a leer, pero no por ello sabemos leer. La falta de comprensión lectora es una de las grandes causantes del fracaso escolar (entre otras doscientas más fruto de un sistema al que le importa un comino la educación), y una de sus causas es precisamente la lectura caótica a la que nuestro modo de vida nos tiene acostumbrados. Sin embargo, podemos subsanarla de forma sencilla dedicándole algo de nuestro preciado tiempo. Para preferir la lectura sobre otra actividad, primero tendremos que despertar el interés por la lectura. Ver el libro no como un objeto tosco, aburrido, un obstáculo, un enjambre de palabras enrevesadas que nos obliga a realizar un esfuerzo; sino como una puerta a la increíble experiencia de albergar en nuestro interior una habitación del mundo interior del autor. Trasladar su imaginación a la nuestra, observar los personajes y las situaciones que nacieron en su mente y ahora habitan en la nuestra. Leer mejora la capacidad de abstracción, nos ejercita en la destreza de leer entre líneas, de interpretar las palabras, de conocer conceptos y metáforas... Pero lo más importante, nos da las herramientas para navegar en este mundo de la información que nos arrastra en un flujo interminable de eufemismos, argumentaciones vacías y mentiras descaradas. Vivimos en la primera sociedad en la que la información fluye libremente, incrementándose a cada segundo que pasa; pero la libertad no es tener acceso a ella, sino poder entenderla y trabajarla. La capacidad lectora es la herramienta fundamental para sobrevivir en nuestro mundo; leer es un entrenamiento necesario. Quizás ahí radica el descrédito hacia la afición lectora, postergable y sustitíble por cualquier otra actividad.
El día del libro pretende promover el sentimiento lector, hoy desearía que  no necesitara esa campaña publicitaria.


Por cierto, si conoceis a alguien que esté buscando profesora particular (económica, educada, amante de los libros y que lo mismo da matemáticas, filosofía, inglés o historia del arte), yo estoy disponible y en el paro :)

viernes, 20 de abril de 2012

Fundas para ebook: Los vestiditos de mi Kindle

Hola a tod@s,
Me ha alegrado mucho leer que la entrada sobre el Kindle os ha gustado y más aún, que os ha resultado útil :). Aprovechando el tema, voy a terminar la semana enseñándoos parte de otro de mis entretenimientos: las manualidades.
Igual que no me gusta pagar de más por los libros, tampoco me gusta pagar de más por las cosas que, con un poco de tiempo e idea, puedo hacer yo misma en casa. Como me resulta muy divertido y además tengo cierta maña para estas cosas (herencia materna, sin duda), dedico bastante tiempo a hacer distintas manualidades. Algún día tengo pensado recoger una muestra más representativa en un blog que se llamará 'La hiladería de Marta' (patente en trámite!!), mientras tanto, aquí os presento mi solución personal a la protección de los lectores electrónicos:
Los Kindle son robustos, pero no tanto como para llevarlos alegremente bambando por el bolso. Además de poder romperlos definitivamente en un mal golpe, la pantalla puede, cuanto menos, rayarse. Las fundas que nos venden Amazon y otras plataformas con Fnac son buenas, pero para mi gusto: las baratas son feas y las bonitas son caras. Así que, armada con fieltro, goma, cartón y un poco de creatividad, estas son algunas de las fundas que he hecho  en los últimos meses para familiares y amigos:





Y hasta aquí la autopromoción y también la entrada de hoy, una nota de color entre tanta letra :). ¡Qué tengais buen fin de semana!

P.D.: Si alguien está interesado en alguna de las fundas, poneros en contacto conmigo mediante el mail del blog ;).

martes, 17 de abril de 2012

Kindle, amigo, amante... (tecnofilia literaria)

Me encanta leer, eso es un hecho (y si alguien aun no se ha dado cuenta es que anda muy despistado :P) . Y también es un hecho que los libros (hoy por hoy) son relativamente caros y casi un lujo si (como yo) no tienes ingresos regulares. Es por eso que me hace meses me planteé comprarme un lector electrónico:
Comprar un e-reader me atraía y me repelía a partes iguales. Por un lado pensaba que ganaría en espacio, perdería en peso (ir siempre con un libro a cuestas termina siendo nefasto para la espalda y para los bolsos) y sobre todo, tendría acceso a muchísimos libros en formato ebook que circulan por internet gratis o por precios irrisorios, sin verme obligada a leerlos en la pantalla del ordenador (algo nada recomendable por razones obvias). Sin embargo, el fetiche del papel es poderoso, y la experiencia de pasar página, aspirar el olor a libro, ordenar las adquisiones en la librería... no estaba dispuesta a renunciar a eso. No obstante, finalmente y aprovechando una oferta, cedí a la tentación de trasladarme del papel a la pantalla y a día de hoy puedo decir que fue una de las mejores decisiones que he tomado nunca (pero, aún sigo comprando libros de vez en cuando porque el libro sigue dándote cosas que el ebook aun no puede proporcionar (véase mi entrada sobre La invención de Hugo Cabret)
Aunque la oferta de e-readers es muy amplia no me costó demasiado decidirme por el Kindle de Amazon tanto sus prestaciones propias (relación calidad/precio, tamaño, robustez,...) como por la empresa que lo ofrece (he trabajado en diversas ocasiones con la empresa Amazon y puedo decir que atención es impecable, el transporte seguro y puntual y los productos inigualables en la relación calidad precio.)
El niño de mis ojos, siempre a mi lado desde que lo conocí, compañero de mis noches y de esperas varias en bucólicas estaciones de bus o tren, es mi querido Amazon Kindle WI-FI Ink 6'': le quiero por su gran pantalla, su presentación en tinta electrónica comodísima a la hora de leer,  su increible corazón que no es sino su memoria interna de 2Gb (caben hasta 1400 libros según la web, yo estoy lejos de alcanzar el tope, pero tiempo al tiempo), su reconfortante bateria incansable (solo gasta energía al pasar de página, a mi cargada del todo me ha alcanzado hasta un mes entero usándolo bastante) y su estupendísimo puerto USB para conectarlo y enchufarle todos los libros que quiera :).
Como decía antes, comprar un lector electrónico es un salto hacia la economía de la lectura. Si bien el precio de un e-reader no es despreciable, se amortiza solo por la gran cantidad de libros que pone a nuestra disposición por ínfimos precios o incluso por cerocientos euros:
Prácticamente todos los clásicos están libres de derechos de autor pues estos expiran al pasar entre 50/70 años de la muerte del autor. Con frecuencia sucumbo a adquirir algunas de estas joyas universales en tiendas estilo París Valencia, que nos las ofrecen por 1 o 2€, pero no está de mal tenerlas siempre a mano en nuestro lector. Sin embargo, ¿qué pasa con los libros recién salidos de la editorial? estos obviamente sí que tienen un precio:
Adaptándose a los nuevos tiempos las editoriales ya ofrecen los libros recién salidos del horno  publicados en dos formatos: papel y ebook. Entiendo que el libro en papel se encarezca por los costes materiales, transportes, etc. Pero ¿es de recibo que los ebook tengan un precio prácticamente igual cuando su edición y distribución es evidentemente inferior? yo creo que no, me parece un abuso vender un ebook, por ejemplo, a 10'55€ cuando su versión en papel está por 15'00€. Pero deben haberse dado cuenta de que el abuso era demasiado grandes por lo que algunas librerias nos ofrecen los clásicos (y también otros muchos títulos) gratuitos y otros más por menos de 1€. Mis preferidas en este sentido son: Amazon y la Casa del Libro. Si teneis un lector con Wifi la descarga es inmediata, directa a su memoria y la calidad sensiblemente superior a la de muchas versiones free que son meros pantallazos.

¡¡¡¡¡¡STOP!!!!!! antes de seguir leyendo (sobre todo si eres un agente del FBI o amigo de Ramoncín), te recomiendo la siguiente lectura: Copia este libro  del genial abogado David Bravo, antes de juzgarme o denunciarme.

Pero, muchas veces el libro que buscamos no es tan asequible y para estos casos prefiero que me presten sus copias otr@s lector@s de la red, con los que también comparto yo las mías. Mis webs preferidas para el intercambio (absolutamente gratuito) de libros son las siguientes:

Guybrush Threepwood,
el pirata original, rechace
imitaciones ;)


En estas páginas encontramos ebooks con extensiones muy variadas, por suerte Kindle lee una gran cantidad de formatos: Kindle (AZW), TXT, PDF, MOBI sin protección y PRC en su formato original; HTML, DOC, DOCX, JPEG, GIF, PNG, BMP por conversión. Yo añado que los FB2, CBR (Formato cómic) y EPUB también los lee por conversión (¿Conversión?, ¿qué es eso?, ¿qué los bautizan como si fueran bárbaros? pues algo así, convertirlo es reacomodarlo al formato que lee Kindle y el mejor programa de software libre para 'convertir al kindlelianismo' toda nuestra biblioteca de archivos compartidos es Calibre); y también matizo que el PDF lo lee mejor con conversión pero que si no es posible la conversión (porque son imágenes o pantallazos) calibrando el tamaño y la orientación de la pantalla podemos leerlos bastante bien. Pero, por si eso no es bastante (en ocasiones si el archivo PDF es una imagen, al pasarlo al lector nos encontramos con que los márgenes son muy grandes y en consecuencia la letra diminuta e ilegible) uno de los mejores pogramas para recortar el archivo y dejarlo niquelao para nuestro e-reader es el Briss.

Y hasta aquí la entrada de hoy. Mi kindle me ha permitido leer mucho más ahora de lo que he hecho nunca pues ahora no me limita el precio. Además como 'no pierdo nada' me atrevo a darles una oportunidad a libros que antes habría despreciado en beneficio de otros (pues con esos precios no se pueden comprar todos). Estas son las ventajas, además de como ya he dicho antes, el descanso espinal que supone no tener que llevar el peso de los libros siempre al hombro y la ganancia que supone la difusión económica del patrimonio cultural (pero ¡¡cuidaito con engancharse demasiao!! que luego acabamos haciendo blogs de reseñas :P). Pero hay inconvenientes (ains... suspiro...) y es la más grande es la pérdida de la mágia del papel  y la tinta... ¿Qué pensais vosotr@s?


** Para información más técnica visita mi opinión en ciao : http://www.ciao.es/Amazon_Kindle_Wi_Fi_E_Ink_6__Opinion_2007088

viernes, 13 de abril de 2012

las viejas fortalezas son las más seguras

Y con esta reseña acabamos la semana temátca dedicada a los zombies y a la obra de Carlos Sisí:


Los caminantes: Hades Nebula empieza exacatamente donde termina Necrópolis, con la tensión en todo lo alto ante la esperanza de una posible salvación. El hilo argumental se desarrolla a lo largo de 4 o 5 días y el núcleo narrativo es una guerra interna de vivos contra vivos aderezada por las hordas de no muertos que acuden atraídos por los clamores de la batalla.
En Hades Nebula, el autor recupera gran parte de emoción del primer volumen  y  la amplifica hasta la extenuación presentando la acción como el último estertor necesario de una guerra que debe decidirse ya en favor de uno de los dos bandos.  Esa guerra, no obstante, se libra mientras las pequeñas batallas entre los vivos se suceden una tras otra. De esta manera el autor continua alimentando todos los aspectos sociológicos derivados de la invasión zombie que tanto me gustaron del segundo volumen.
De nuevo la idea de la vacuna para pasar desapercibidos entre los zombies se convierte en el leiv motiv de la trama. Aunque encontramos algunos personajes nuevos, estos no tienen un peso demasiado sustancial, sin embargo recuperamos a los viejos héroes en la dimensión que Los caminantes nos los presentó: supervivientes. Lo que sí cambia radicalmente es el contexto:
Enlos agradecimientos el autor señala la labor de investigación que llevó a cabo para retratar las situaciones que en el libro relata . Me parece que el símil ‘ambiental’ que establece entre una triste realidad (que no anticiparé) y una de las posibles consecuencias sociológicas derivadas de la invasión zombie, me parece muy bien traída. Es una situación cruel, triste y dantesca, pero empapa de realismo mucha de las decisiones y acciones llevadas a cabo por algunos supervivientes de manera que la historia vuelve a atrapar por su cercanía.
Uno de los aspectos que menos me han gustado de este último volumen es su tufillo religioso. En cierta parte de la novela los personajes principales comienzan a comprenderse a sí mismos como seres elegidos tal y como pudieran haberlo sido los apóstoles SPOILER ON Incluso llegando al punto de emular la historia de Moisés a quién le fue negado entrar en la tierra prometida… SPOILER OFF. En mi opinión darle a la historia este transfondo hace que palidezca un tanto la hazaña de los protagonistas y se imponga una cierta idea de ser meros instrumentos desplazados por un tablero de juego. Para mí aquello les quita su autoridad individual, pero en fin, es solo un apunte.
En definitiva,  esta es una gran conclusión para una gran saga. Nos permite despedirnos de los personajes poco a poco, comprendiendo que ya han cumplido su misión. Me gustaría poder decir algo más, pero temo spoilear más de lo estrictamente necesario y no me gustaría aguarle la tensión a ninguno de los posibles lectores.
Carlos Sisí ha afirmado que esta ha sido una trilogía y que ahora se piensa dedicar a otros temas, una lástima porque realmente he disfrutado mucho con estos tres libros y creo que se van a convertir en referencia dentro del género zombie. Pero sí, el final es cerrado, bueno, no del todo, pero sí lo bastante como para no seguir (y además acaba dejandote con ganas de entonar aquello de 'yo soy español, español, español!' jijijiji). No obstante, y aunque ahora aborde otras temáticas, le seguiré la pista a este autor, realmente sabe mantener la tensión dramática y contar buenas historias (casi tan bien como Dozer) todo ello con una muy buena prosa.  Si no lo conocéis o lo recomiendo ;).


P.D.: Después de leer algunos de vuestros comentarios,  he proyectado mentalmente una entrada para hablaros sobre mi Ebook Kindle, el mundo en general del libro electrónico y la oferta (especialmente gratuita) que podemos encontrar para saciar nuestra ansia lectora sin vaciar nuestros bolsillos. Además esto nos da pie para plantear la archiconocida pregunta ¿ebook o papel?. ¡¡Hasta la semana que viene!!

miércoles, 11 de abril de 2012

Deshazte de tu humanidad para sobrevivir

Dicen que segundas partes nunca fueron buenas... En este caso, discrepo. Normalemente las segundas partes que 'no son buenas', de hecho suelen no serlo porque son un refrito de la primera (personajes nuevos haciendo y viviendo lo mismo que los viejos). Lo bueno de esta segunda parte (y lo que la hace buena) es que recupera a los personajes ya conocidos en el primer volumen y los vuelve a llevar a situaciones límite (la acción que no decaía en Los caminantes sigue en su punto álgido en Los caminantes: Necrópolis) ahondando más en su psique y en su historia personal,  pero no solo eso sino que nos presenta a nuevos personajes iguales o incluso mejores que los anteriores que nos muestran nuevas perspectivas sobre el escenario postapocaliptico donde los zombies deambulan bajo su quejumbrosa banda sonora.
Merecen una mención especial la pareja de hermanos (niños) que sobreviven gracias, en parte, a un don especial que tiene la niña. Este hilo argumental recoge la binomio niños/paranormal que explota Stephen King en muchas de sus novelas clásicas (aunque es una de sus ideas recurrentes que acabo de redescubrir en una de sus últimas publicaciones: La cúpula). Tanto la historia que los envuelve como el desarrollo de ese aspecto 'sobrenatural' de la pequeña tienen un marcado sello King (los que conozcan su obra sabrán a lo que me refiero, los que no la conozcan, tranquilos, no pasará mucho tiempo hasta que aquí surjan reseñas suyas pues la que escribe y firma no es sino una fri-king desde su más tierna adolescencia). Introducen un elemento curiosos dentro de la trama porque, pocas veces se habla de niños zombies a pesar de lo perturbador que es (aunque hay escenas memorables en las películas como la del recién nacido de el amanecer de los muertos (2004), las niñas de la fiesta de princesas de Zombieland (2009) o similares) o de niños supervivientes (ahora mismo solo se me ocurre un ejemplo: The walking dead (serie y cómic)), así que la idea me resulta muy fresca. Además a la pareja se une un perro mata-zombies, algo que también sugiere Max Brooks en su Guerra Mundial Zombie. SPOILER IRRESISTIBLE: memorable la escena de Bob el ahogado, tremendamente aterradora!! FIN DEL SPOILER
LLama la atención como en esta segunda parte el autor parece dejar a las orillas de la trama la cuestión zombie para centrarse en cómo la sociedad se corrompe ante la ausencia de la civilización presentando situaciones de absoluta demencia tanto en lo que al sentido psiquiátrico refiere como al que suscita la visión de prácticas que proliferan ante el vacío legal. Y es que, en este volumen, los zombies parecen una amenaza menos feroz que los propios humanos. Sin duda ello hace que la novela palidezca dentro del género zombie ante su predecesora, pero nos presenta una alternativa ambientada en la necrópolis malagueña que no hay que desdeñar y que una servidora ha disfrutado de principio a fin.
Siguiendo el característico tono de Carlos Sisí que compone con las palabras escenas cinematográficas (el símil de la película no es forzado pero sin lugar a dudas es intencionado, el autor emplea recursos de fundido en negro y transiciones que llevan al plano de la retórica lo que hasta ahora esa solo herramienta de la maquetación en un rodaje).  Y es que, toda la colección es heredera de una estética hollywoodiense que no la desmerece, sino que la hace resultar muy original.
Cuando se estrenó El amanecer de los muertos (1978) de Romero la frase con la que se anunciaba era:
Cuando el infierno esté lleno... los muertos caminarán sobre la tierra.
Y no podía obviarse la enorme crítica hacia la sociedad consumista que emanaba el metraje al confinar a los supervivientes a un centro comercial, asediado por las masas descerebradas y sedientas de sangre (motivados por los instintos... ¿¿consumistas??) En general parece que ese espíritu crítico se ha perdido en la ingente cantidad de películas y novelas de zombies (salvando grandes 'recuperaciones' de esa idea (aunque remasterizadas) como en la tierra de los muertos (2005) también de Romero, donde una parte de la población (que puede pagarlo) sigue con su vida normal mientras otra parte arriesga el pellejo para preservar a los primeros del asedio zombie, o en la genial tvmovie Death set (2008) donde los supervivientes protagonistas son en su gran mayoría los habitantes de la casa de gran hermano (no, no es coña ni es un argumento de humor). Huelga decir que el anhelo consumista de los zombies en este caso se traduce en el anhelo de consumismo televisivo de telebasura. Muy recomendable si no la habeis visto). En fin, todo esto para decir que, en  mi opinión Necrópolis recupera el espíritu crítico que suele acompañar a las producciones de Romero ¿cómo?
Como venía diciendo los zombies son los que menos miedo dan en esta secuela, son los vivos, los supervivientes, los que dan miedo. Y es que, en la Málaga invadida por los caminantes no hay leyes ni moral y, como decía Thomas Hobbes, en un medio salvaje el hombre es un lobo para el hombre y en esta secuela Sisí explota esa idea.

 
Los zombies dan miedo (son muchos y no se puede razonar con ellos y, aunque son lentos (con las salvedad de los corredores) siguen siendo un peligro porque solo con un arañazo pueden infectarte), pero se les puede engañar, les da igual que la luz esté encendida por que no razonan así que no asocian la luz con supervivientes, por ejemplo. Pero si a la fuerza desaforada y al potencial destructivo de los zombies añadimos la inteligencia tenemos un gran problema (un miedo que crece exponenialmente con cada neurona que ponemos al servicio de los no-muertos). Pero, en Necrópolis, los zombies, no cuentan con esa ventaja así que son lentos y primitivos, pero hay un nuevo horror y son las personas inteligentes, vivas, que se aprovechan de la situación de desolación para hacer realidad sus más profundas depravaciones. Los cazadores son el mejor ejemplo de esta idea: son personas crueles de por sí que encuentran en la Necrópolis malagueña de hacer su voluntad sin dar cuentas de ello, sin ser juzgados moral (ni por supuesto penalmente).  Así que, de lo que trata más especialmente esta novela es de la crueldad de la que pueden ser capaces los supervivientes y también de otras secuelas previsibles de la desoladora infección: la locura en los supervivientes aislados que se niegan a aceptar que sus familiares infectados sean zombies y los tratan como si nada hubiera ocurrido negando la realidad SPOILER ON reseñable la escena del zombie atado a la silla que, por desgracia, recuerda demasiado a cierta escena de Resident Evil 2 en una Iglesia SPOILER OFF.

En definitiva, si la 1º dejó a los lectores (nos dejó) esperando la 2º, con la segunda se cumple aquello de no hay 2 sin 3. La tercera parte es absolutamente necesaria ya que el primer capítulo del 3º volumen es el capítulo siguiente al último capítulo del segundo volumen.

P.D: Respondiendo a las cuestiones de JV: Los zombies de Sisí corren unos sí y otros no. Suelen ser lentos y torpes, pero si están lo suficientemente excitados por la cercanía de carne humana cercana, se pueden lanzar a correr. Yo prefiero los zombies lentos, pero bueno, en este libro se llega a un cierto equilibrio entre los corredores y nos no corredores.
Pensar, pensar... no no piensan. Olfatear, puede que olfateen (al fin y al cabo, el virus zombie activa la parte más primitiva del cerebro y el olfato es el sentido más antiguo, así que tendría sentido que, pese a la descomposición de las corneas y otras conexiones neuronales, sigan olfateando). No obstante el autor da en el 3º volumen una mejor explicación sobre qué rastro siguen para detectar a los humanos vivos (no lo cuento, para no destripar nada :P).
Y respecto a lo de pensar: el zombie por definición no piensa, actúa pesiguiendo un objetivo sin evaluar la situación y sin elaborar planes de ataque (por eso no son un enemigo 'fácil' de ganar por separado). Sin embargo en el tomo 2 y 3, Los caminantes plantean la posibilidad de que algunos 'zombies', puedan trabajar aún con cierto pensamiento 'residual' que, no obstante, está bastante corrompido (es lo que tiene la descomposición cerebral). 
No obstante te diré, pues creo que por ahí van los tiros, que los zombies son muertos resucitados y por lo tanto carcasas sin alma (y por tanto sin conciencia ni yo), son poco más que animales que tienden a la masa. En otra palabras, una metáfora del ser humano convertido en turba y despojado de su humanidad individual, de su ley y de su moral. Visto desde esta perspectiva, el hedor a putrefacción se justifica por la muerte de la humanidad.

lunes, 9 de abril de 2012

...y los muertos se levantarán de sus tumbas.

El que avisa no es traidor: esta semana, como venía anunciando, tenemos semana temática zombie (muy acorde por cierto, ahora que estamos de semana santa y lo de morir y resucitar no parece tan raro :P). Amantes del género y curiosos en general: bienvenidos la España zombie!



El género zombie siempre me ha resultado apasionante por varias razones, una de ellas es que no se trata de un episodo de terror localizado (en una casa encantada, un hospital abandonado, un bosque oscuro...) sino desparramado (como fenónemo de contagio global) del cual dificilmente puedes sustraerte. Otra es que el zombie es extremadamente perturbador en su propia naturaleza (o más bien en su propia contra-naturaleza): incansable, irracional, inhumano, insacible y pocas veces independiente de la masa. Un horror encarnado que dista mucho de otros personajes como vampiros (los auténticos, no pseudo versiones románticas para adolescentes del estilo Crepúsculo), hombres lobos o endemoniados varios. Pero quizás la razón más interesante, más allá del gusto por la sangre y la violencia terrorífica y cruel (que sí, de eso también hay una buena parte), es la dimensión de reflexión sociológica que presenta: cómo actúan las personas cuando se suspende la ley y desaparece la autoridad, cuánto sobrevive de la moral una vez la ética cede en favor de la supervivencia... Obviamente alguien podría señalarma que estas no son cuestiones que suscita privativamente el género zombie. Sí, estoy de acuerdo, pero en él están presentes y contribuyen a añadir más azúcar a mi particular pastel de las aventuras de los no-muertos.
Aprovechando que de un tiempo a esta parte el fenónemo zombie  está de 'moda' y las novelas salen como churros no pierdo oportunidad de leer todo lo que cae en mis manos, no obstante esta proliferación hace también necesaria una importante labor de selección (hay algunos textos (en mi  opinión) infumables como Diario Zombie de J.L. Bourne, pero de eso ya hablaré otro día). Hace un par de días terminé el tercer volumen de la serie Los caminantes del español Carlos Sisi y encantada como estoy con toda la colección, (que, por cierto, me descubrió y regaló mi tío J.C. con el que comparto mi gusto por el terror y a quien dedico estas tres reseñas), vamos allá con la reseña de estas tres novelas.
En 2009 Los caminantes fué una gran apuesta por una versión española del ataque zombie cuando lo que abundaban eran las versiones americanas con sus 'Johnys' siempre dispuestos a volar cráneos con alguna de las innumerables armas de su arsenal casero (algo de lo más normal  en un país en el que hay más armas que habitantes). Pero, ¿Un ataque Zombie ambientado en Málaga? la RTVE retransmitiendo los ataques y el avance de la infección, personajes autóctonos (atendiendo a la variedad étnica que encontramos en nuestro país.), que se expresan haciendo uso del español más castizo y cotidiano (hos-ti-a, jodeeeeeeer.... etc... lo siento pero si algo me gusta del castellano es su variedad de insultos y palabrotas, algo para lo que, para mi gusto, el inglés se queda corto),... Eso señores y señoras, eso constituye para una servidora, una gran innovación en el panorama literario que se ofrecía hasta la fecha y sobretodo un material de cuya lectura no estaba dispuesta a renunciar.

El primer volumen, Los caminantes, no ofrece en principio nada nuevo, empieza por un  ataque zombie (absolutamente tradicional, con su caos, con su universalización, con su origen desconocido, etc...) pero, como he dicho, ambientado en Málaga (En nuestra España, donde a diferencia de EEUU la gran mayoría de la población no ha disparado una pistola en su vida).  Eso es lo que puede hace atractiva la novela para el público español, la cercanía y la realidad de la defensa contra los zombies (mesas, sillas, todo vale, las armas tardarán mucho en aparecer). Pero bueno, en esencia la novela trata sobre una epidemia zombie a nivel mundial que nosotros vemos a través de los ojos de una serie de supervivientes, gente normal y corriente que trata de ingeniárselas como puede para sobrevivir. Entre los personajes cabe destacar a Susana, una chica que vive sola junto al Hospital (foco de cualquir epidemia zombie); El médico forense que vive en directo uno de los primeros levantamientos; Moses un joven árabe con una existencia cuanto menos tortuosa que le ha llevado a replantearse toda su existencia; Juan Aranda, el joven motorista que nos hace pasar momentos de auténtica tensión; Los chicos del piso de estudiantes (con su Erasmus correspondiente)... En definitiva, un elenco 'castizo' nada desdeñable.
Así pues, el argumento,  no es nuevo, pero decir que es emocionante se queda corto, tiene grandes escenas de acción que se suceden sin descanso. Además, Carlos Sisi, tiene una habilidad especial para describir las escenas más dantescas creándote una verdadera sensación de desasosiego. Bien, ¿nada nuevo bajo el sol? no exactamente, el autor introduce un personaje curioso y novedoso que presenta la idea que se mantiene a lo largo de toda la saga: ¿y si se pudiera caminar entre los muertos? Mark Brooks en Guerra Mundial Z (reseña pendiente, sí, también)  habla de los 'quislings' gente que llevada por la locura y por cierta tendencia a empatizar de forma extrema, se hace pasar por zombie (mordiendo y todo). Esas personas hacen proliferar la falsa creencia de que hay gente inmune (porque las personas mordidas por los quislings no se convierte en zombies, obviamente porque estos no son verdaderos zombies) o de que los zombies se atacan entre ellos (de nuevo error porque lo que hacen es atacar a un 'quisling'). Pero no se habla de inmunidad real o de la posibilidad de pasar desapercibido entre los no-muertos, algo que sí hace Sisí y, en mi opinión, de forma espectacular ya que lo vehicula a través del personaje del padre Isidro. Unir esa idea a un radicalismo religioso me parece un giro de tuerca curioso porque suele surgir en mayor medida en temáticas que tienen como hilo principal las posesiones o los poltergueist, pero no con los zombies.
La prosa es muy accesible, pero no por ello de baja estofa (no es una novelucha de serie B) al contrario, tiene una gran presencia y un vocabulario rico en matices.
La vívida acción casi ininterrumpida te deja con ganas de más, y el tirón comercial furo del boca-oreja, de esta primera parte no dió tregua a la editorial a la hora de exigir al autor la segunda parte. Aunque el primer volumen se proyectó como una novela independiente, finalmente Carlos Sisí pacto una trilogía cuya segunda parte se titula: Los caminantes: Necrópolis, y de la que hablaremos el miercoles.

viernes, 6 de abril de 2012

¡¡Qué ilusión, qué ilusión!!

Hola a tod@!
Esta semana este blog está de enhorabuena porque aunque aún anda en pañales, ha tenido el honor de ser reconocido con el premio LIEBSTER BLOG AWARDS. El galardón nos lo concede Shaka, gran colaboradora en CIAO!  y artífice del genial blog: Las lecturas de Shaka (muchísimas gracias por ello).
El Liebster Blog Awards tiene como objetivo estimular y dar a conocer aquellos sitios de la Red que tienen menos de 200 seguidores pero que, "por su esencia y contenido merezcan ser dados a conocer a todos los rincones de la blogosfera."

El método de funcionamiento de este premio es el siguiente:
  • Copiar y pegar el premio en el blog y enlazarlo al blogger que te lo otorgó.
  • Señalar tus cinco blogs preferidos con menos de 200 seguidores y escribir comentarios en sus blogs para que conozcan que han recibido el premio.
  • Y, por último, esperar a que esas bitácoras continúen con la cadena y elijan a sus 5 blogs preferidos.
 Así pues, mis nominad@s son:
- JV por Jugando a Buscar la Verdad, un blog que invita a reflexionar de tú a tú con aquellas cuestiones que usualmente parecen lejanas.
- CrisC por Criscractal un blog ácido de actualidad escrito con ese castellano de calidad que ya solo se encuentra muy de vez en cuando.
- Coeliquore por Coeliquore un espacio original, fresco y que te permite flotar entre los temas más diversos
- Xti por Una bruja en casa, excelente blog de recetas que hace la boca agua a cualquier bloguero que lo visite.
- Enric por Observatori de la Ciutadania, un blog que lluita per fomentar una ciutadania democràtica, intel·ligent que sàpiga en quin món estem.

Y ya está. De nuevo agradecer a Shaka acordarse de A pie de página en sus nominaciones :). Realmente estas pequeñas-grandes cosas son las que te aumentan las ganas de seguir con esta ventanita al mundo y no desistir. Este tipo de premios son de un valor moral (y emocional) incalculable.

Empecé el blog hablando de mi inconstancia, bien, aunque solo sea por no defraudar a quien está confiando en mi, os aseguro que lucharé con uñas y dientes para no sucumbir ante ella.

lunes, 2 de abril de 2012

Si lo sé no voy (microreseña)

Si me dices ven lo dejo todo... pero dime ven, de Albert Espinosa tiene un título más que prometedor. Pero ya dice el refrán aquello de: prometer, prometer, hasta meter y una vez metido se acabó lo prometido. Y no se a los otros lectores, pero a mi esta novela lo que me ha metido es un gol por toda la escuadra porque es de lo más cutre que he leído últimamente.
Si me dices ven lo dejo todo... pero dime ven pretende ser una gran novela con grandes mensajes, grandes personajes y situaciones (y contextos) estrambóticos y llamativos. No obstante lo que en realidad es es una novelita, con mensajes consabidos propios de cualquier manual de autoayuda y personajes planos e insulsos dentro de contextos inverosímiles.
Aunque se lee rápido (a penas en un par de horas), para mí no merece invertir tiempo en ella ( y menos dinero).  No obstante debe de gustar ya que se ha traducido a más de una docena de idiomas y ha sido el libro más vendido en nuestro país en 2011. Llamadme desconfiada pero, o mi gusto es muy especialito ultimamente  y no he entendido nada de la novela o Albert Espinosa vive como autor literario de la fama que se ha granjeado como director y guionista cinematográfico (¡ojo! a mi eso me parece muy bien. Tonto sería si no lo aprovechara). En fin, esto viene a ratificar lo que suelo pensar: que sea un best seller no quiere decir que sea bueno.


P.D.: La semana que viene será temática con tres reseñas sobre la colección 'Los caminantes' de Carlos Sisí.