jueves, 18 de octubre de 2012

Viernes de Recortes: la tijera y la educación

Un viernes más y el clac, clac, clac de las tijeras sigue siendo la banda sonora de cada comparecencia del gobierno.
Esta semana le ha tocado al sector educativo mostrar su disgusto hacia ellos. El acto principal ha consistido en una huelga sin precedentes, de 72 horas de duración, convocada por la asociación de padres y madres de alumnos y el sindicato de estudiantes y que ha afectado a todas las etapas educativas. Una vez más, el hecho de que la ciudadanía exprese su desacuerdo con las medidas de crueldad austeridad  que está adoptando el gobierno, no ha sentado bien en las altas esferas y hemos podido oir declaraciones como las que siguen:
  • "Yo cuando iba al instituto, las huelgas las organizaban los de Batasuna", (Alfonso Alonso)
  • "Los padres que apoyan las movilizaciones son irresponsables por apoyar una propuesta radical, de extrema izquierda y antisistema" (Ministro J.I.Wert(güenza ajena))
  • Los alumnos hacen estas manifestaciones porque no quieren que se les imponga un sistema educativo mejor que les exija más porque ellos prefieren la comodidad del que tienen ahora y que nos les exije ningún esfuerzo. Y encima los padres apoyan seguir con este sistema para que sus hijos sigan sin esforzarse. (Escuchado en el programa 'Al rojo vivo' de un periodista del ABC del que no recuerdo el nombre).

Pues yo estoy orgullosa de los estudiantes que salen a la calle y defienden sus derechos porque si aun hay fuerza para llenar las calles es que la educación está haciendo algo bien.
Y habrá quién me diga que las huelgas estudiantiles son solo una excusa para quedarse en casa durmiendo. Pues qué quiere usted que le diga, cuando yo estaba en el instituto en el plazo de dos años hice montones de manifestaciones y huelgas: caceroladas porque la costa gallega estaba muriendo por culpa del chapapote y por la incompetencia de los altos cargos que manejaron la situación (mira tú, uno de ellos ahora es presidente del gobierno, qué cosas), manifestaciones para decir No a la guerra, una guerra injusta en la que nos metió el señor 'Ansar' que entonces estaba tan agustito con el seños Bush y otros dirigentes de la misma estofa; minutos de silencio y concentraciones por los atentados del 11S y también por el 11M (bueno, esa me pilló en la Universidad, pero en 1º). Y, por cierto, no recuerdo si nos tildaron de radicales, antisistemas o terroristas, lo que sí recuerdo es que  poca gente se quedaba en casa (igual que ahora). Al contrario la mayoría estabamos indignados y pensábamos que lo mínimo que podíamos hacer era salir a la calle,.
Pero los que pasaban de todo también estaban entonces (igual que ahora), y se quedaban en casa y a veces ni siquiera sabían de qué iba el tema, solo sabían que había 'fiesta'. Gente así hay en todas partes y en todas las épocas, claro está, y al gobierno les encantaría que fueran mayoría, una ciudadanía calladita que aceptara todo sin chistar... Lo siento, hoy aun hay mucha gente despierta, con capacidad crítica, dispuesta a luchar. Y los jóvenes puede que aún sean jóvenes pero no son tontos y saben lo que quieren y por eso salen a la calle.
Como decía, parece que la educación ha servido para algo... quizás por eso tienen esa obsesión con destruirla.

10 comentarios:

  1. Lo que más temen los que quieren mantenerse en el poder (“clase dirigente”), es precisamente eso, un pueblo que sea capaz de tener un “pensamiento crítico”, que sea capaz de analizar y tomar decisiones por sí mismos. Por eso transformar la educación en adoctrinamiento es el objetivo. Menos mal que como bien dices, la educación hasta ahora ha servido para algo.

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    1. Estoy de acuerdo contigo. Por suerte también, la educación reglada no es la única forma de adquirir un pensamiento crítico y por muchos envites que puedan dar al sistema de educación, no se acaba la primavera porque pises muchas flores :)

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  2. Yo, Silvia, soy un poco menos optimista. Mi experiencia estos días de huelga es que en la ESO ha faltado más de la mitad de los alumnos y en Bachillerato unos pocos en cada clase, salvo las últimas, en las que se vacíaban por completo. Además, ha faltado lo más granado de cada clase (por decirlo irónicamente), esos que han venido hoy dispuestos a porsaquear todo lo posible.

    Es cierto, no obstante, lo que dices: siempre los hay que se quedan en casa a dormir, que consideran que es fiesta, que se apuntan a lo que sea con tal de no ir a clase. Con eso hay que contar, por supuesto. Son el habitual elemento escaqueado, tan frecuente por debajo de los Pirineos.

    Veo demasiada resignación, demasiado fatalismo. No se sustituyen las bajas de menos de tres semanas, tenemos clases ingobernables con problemas de espacio, han desaparecido clases de apoyo... y no pasa nada, y los padres no montan en cólera, y los alumnos no se echan a la calle a las puertas de los (i)responsables de la cosa.

    Lo que más me gusta de todo esto es que algunos padres empiecen a darse cuenta de que las propuestas de los profesores no son salariales: se trata de la educación de sus hijos, no de nuestro menguado salario. En más de un año de manifestaciones apenas he visto alguno.

    Yo creo que el sistema educativo es malo, incluso muy malo. Pero también creo que las medidas no sólo no lo mejoran, sino que lo empeoran más aún, y que los mantras peperos respecto a que con más alumnos por aula y menos inversión se consiguen mejores resultados no deja de ser una cuestión de fe, un dogma similar al de la Santísima Trinidad. Los especialistas (o sea, nosotros) sabemos que no es verdad.

    Y hay que añadir que la enseñanza privada concertada sufre igualmente recortes, pero son maestros en disimulo, en márketing, en vender su producto. Yo prefiero la honradez: decir a los padres lo que pasa, pedirles implicación. Son sus hijos, los nuestros.

    Gracias por este post.

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    1. Sí Atticus, es cierto que con frecuencia la huelga sirve para que 'lo más granado' haya desbandada porque los otros (sobre todo los que están en bachiller) prefieren no perder clase. También hay los que no quieres renunciar a un día de sueldo, seamos justos, y seámoslo también a aceptar su temor a corto plazo en detrimento de una posible ganacia a largo plazo.
      A mí el sistema educativo vigente tampoco me gusta, y te lo digo yo que fui la primera generación que cursó la ESO y estuvo en grupos universitarios experimentales preparando el plan Bolonia (con las mismas, por cierto, me he manifestado (y quejado en petit comité) contra ambos sistemas). No me gusta, pero reducir los presupuestos no arregla el sistema, especializar las ramas cada vez a una edad más temprana no me parece un intento de lograr una sociedad igualitaria y por supuesto, dogmatizar haciendo prevalecer unas asignaturas frente a otras o cambiando el currículum de aquellas que inciden en valores sociales dejando indemne las propiamente religiosas me parece grotesco.
      Hay que cambiar el sistema y es necesario que los padres se impliquen, y también los alumnos. Para ello hay que hacer una campaña informativa que cale y además lograr que estén receptivos. Por desgracia creo que, aunque mucha gente se está despertando, otros muchos creen que esto es un bache temporal, que todo se arreglará sin hacer nada y sobretodo que aun no ha perdido lo suficiente como para salir a la calle.
      Gracias por leerme ;)

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  3. Me mandaron un correo que decía: "el ministro Wert,el encargado el 28 de octubre del cambio horario: a las dos de la mañana será 1939". Reír por no llorar...
    Veo que todos los logros que habíamos conseguido en muchos años (que eran pocos, es verdad) se perderán y retrocedemos aceleradamente. Un anteproyecto de ley pelopuntante...
    Ahora más que nunca sigue siendo necesario salir a la calle y gritar. No nos queda otra.

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    1. Pues sí Coe... A mí entre los mejores e-mail que me han mandado sobre el minitro (sin)Wert(güenza), ha sido: Él cree que sobran (no me acuerdo del número) mil profesores, yo creo qeu por lo menos sobra 1 ministro.
      Reir por no llorar, pero eso toma el pulso a la calle y nos dice que aun hay quien tiene ánimo de gritar y esperanza de que ello de resultado.

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  4. destruir sí, pero la pública en concreto y avanzar hacia otro modelo de educación. esto no son teorías conspirativas mías, es lo que dicen abiertamente. y lo que están haciendo...

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    1. Exacto. Destruir lo público, promocionar lo privado. Separación de clases, restricción del acceso a la formación superior. A base de tijera están consiguiendo una sociedad a medida de sus estrechas miras.

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  5. últimamente la "escuela" pública es más "secuela" pública que otra cosa

    los responsables no están sólo entre el alimañerío de la derechona..., la estulticia de las izquierdas es tanto o más responsable de todo ello

    espero, por otra parte, que nadie crea que el sociaterío patrio sería muy diferente del chac-chac peperismo, porque no

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    1. Tienes razón, y me ha encantado eso de 'secuela pública'. Por otro lado, entre los dos partidos mayoritarios, yo me quedo con el camino del medio, es decir, mandarlos a los dos, equitativamente, a recoger patatas. Eso sí, me quedo con una de las últimas declaraciones de Anguita a Jordi Évole:
      J.Anguita: Esto no lo arregla ninguno de los partidos políticos que tenemos.
      J. Évole: ¿Izquierda unida tampoco?
      J. A: ¿No le he dicho que ninguno?

      Así que, no esperemos el cambio, produzcamoslo!

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