jueves, 9 de agosto de 2012

Vuelta a los viernes reivindicativos! (en mi ausencia los recortes no han desistido)

El otro día fuimos al cine (día del espectador, sin ningún extra, y aun así un clavazo monumental) antes de que la subida del IVA lo convierta en un lujo al alcance de poca gente. La película: Batman: La leyenda renace (muy interesante, por cierto, pero no supera la calidad de la 2, Batman: El caballero oscuro). A lo que íbamos, el leit motiv de la misma es la máxima "O mueres como un héroe o vives lo suficiente para convertirte en villano": Será que el poder corrompe por necesidad o que, por bien que lo hagas tarde o temprano los detractores que tenga el hombre más bueno del mundo (pues siempre habrá a quien las buenas acciones le damnfiquen. Queda a la imaginación del lector pensar esos posibles agravios) terminan por vencerlo en el plano de la 'publicidad'. El caso es que la frase me hizo recordar unos anuncios (no he logrado encontrarlos en YouTube, si alguien los recuerda y los puede postear se lo agradecería) que vi en televisión a muy tierna edad cuando España promocionaba su entrada en la Unión Europea (No me pregunteis cómo recuerdo ese anuncio, supongo que al ser dibujos animados me llamaban la atención):
Un señor plantaba primorosamente una plantita, entonces, un grandullón llegaba avasallando y, con saña, arrancaba, pisaba y desmenuzaba a la planta ante la atónita y asustada mirada del primero. Pero entonces, nuestro pequeño amante de las flores, se iba a buscar a sus amigos y, fusionándose en un solo cuerpo con la corona formada por las estrellas de la Unión Europea, se dirigía de nuevo hacia el abusón, precedido por la sintonía del Himno de la Alegría, lo reducía y restituía la plantita. Juntos somos más fuertes, era el lema.
No se si la Unión Europea fue pensada o de hecho fué alguna vez un héroe, lo que sí parece es que la hemos visto brillar como un utópico proyecto dorado (A lo de Juntos somos más fuertes no le quito yo la razón en ningún momento) y convertirse en villana. Nuestro particular 'primo de zumosol' estrellado, tomaba su fuerza de una moneda única europea cuya salvación está exigiendo sacrificios desorbitados a nosotros, pobres incautos, que aún tratamos de plantar plantitas y protegerlas de los grandullones. Mejor nos iría si en lugar de esperar que alguien nos proteja a nosotros y a nuestras 'plantaciones' (je,je, no esas no) nos decidiéramos a apuntarnos a clase de defensa personal y por fin aprendiéramos que si necesitamos que nos echen una mano lo mejor es buscarla primero al final de nuestro propio brazo (como cierta acción reciente apodada 'Robin Hood' en los telediarios (cada día más vendidos a las fuerzas políticas). Pero estas dos ideas mejor me las guardo para próximos posts).
Negro futuro nos espera en este mundo a la deriva donde dificilmente se encuentra una tabla de salvación.

Esta foto la tomé hace un par de semanas en Santiago de Compostela. No se si la marquesina está desfasada o es premonitoria. Casi que lo segundo y sino, tiempo al tiempo.

4 comentarios:

  1. Bienvenida de nuevo ,se te echaba de manos, un abrazo... yo también acabo de ver un anuncio de aquellos que ponían sobre el euro y las ventajas que traería y me ha dado vergüenza ajena... abrazo!

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  2. No recuerdo esos anuncios: claro, es que sería una bebé...:P
    Si esa Europa ya no nos sirve, salgámonos de ella y volvamos a la peseta, como tan sabiamente proclama la tienda de la foto.
    Besetes

    PD: no sólo no han cesado los recortes, sino que han ido a peor...ufffffffffffff

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  3. Así es, estamos nosotros con nosotros mismos. Así que a buscarnos la mano al final del brazo, y con mucho inteligencia actuar sin violencia. Si en el actuar individual somos muchos en sintonía. La victoria está garantizada.
    PD Lo de la peseta pienso que es una premonición (aunque no se llame peseta y se llame euro-sur).

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    Respuestas
    1. Jejejeje, me ha gustado eso del euro-sur.
      No se yo si podremos llegar a sintonizar los suficientes, pero ojalá saliera el mundo en masa de ese sopor en el que viene acomodado los últimos cincuenta años.

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