viernes, 23 de marzo de 2012

No toques las agujas de tu corazón...


En estos momentos estoy inmersa en la lectura de Los caminates: Hades Nebula de Carlos Sisí, que nada tiene que ver con La mecánica del corazón, sin embargo, y mientras acabo con el último volumen de la trilogía de Los caminantes, ¿Por qué no empezar esta colección de reseñas rescatando algunas que ya tenía escritas (y algunas publicadas en Ciao) de algunos libros que he leído estos últimos años y me han gustado especialmente? Esta parece una buena idea: 

La mecánica del corazón de Mathias Malzieu, es uno de esos libros que sigues recomendando aunque pase el tiempo y de los que guardas un especial recuerdo aunque hayas olvidado los pormenores o el nombre de los protagonistas. Como  escribe Philippe Manche, de SOIR: "Con esta novela se siente el impulso de comprarla de diez en diez ejemplares para poder regalarla a nuestros seres queridos."
Hace un par de años compré  este libro en un arrebato consumista (era época de bonanza económica en mis cuentas y los caprichos literarios estaban a la orden del día) cuando estaba en la mesa de novedades de La casa del Libro. Debo admitir que lo adquirí principalmente porque me encantó el dibujo de portada. Sin embargo, la ‘bonanza económica’ era el resultado de un buen cúmulo de trabajo así que el libro quedó relegado en una estantería hasta que meses después lo redescubrí y ¡qué grato redescubrimiento!
No es una novela especialmente extensa,  y el estilo de su prosa compone una lectura muy ligera. Personalmente lo leí en una noche, pero no porque fuera corto (la edición en castellano consta de 174 páginas), sino porque la historia atrapa hasta tal punto que hay que hacer gala de una fuerza de voluntad increíble para parar de leer (fuerza de la cual, por cierto, carezco por completo).
La contraportada de mi edición recoge un comentario de El Mundo según el cual la novela de Malzieu "sigue la estela del mejor Tim Burton", y tras  la lectura, coincido plenamente. Es cierto que la ambientación y la historia en sí mismas son góticas, barnizadas por esa tristeza lángida pero a su vez llena de vida, tan propia de las películas de Burton. Sin embargo, en mi opinión, aunque la obra de Mathias Malzieu puede reenviarnos recuerdos de Eduardo Manos Tijeras, nos ofrece algo completamente nuevo. La mecánica del corazón se presenta como un cuento que rompe las costuras de esta envoltura. En ese sentido, para mí, se acerca a la idea que subyace a La princesa prometida (la novela de William Godman, no la película) salvando todas las diferencias respecto al contenido y el estilo.
La historia de Malzieu tiene un ritmo trepidante, como lectora no esperaba ninguno de  los giros que toma la misma y eso es maravilloso porque es lo que hace especial una novela y la hace destacar en medio de la superpoblación literaria de  hoy en día. Los personajes, cuidados y de una profundidad lograda a través de  la retórica, me enternecieron con su dulzura y sus desdichas. El autor logra que les comprendamos pues, al fin y al cabo habla de sentimientos tan contidianos (pero tan difíciles) que es harto complicado no sentirse identificado:
Cuando Jack, nuestro protagonista, nació la noche más fría de la historia, necesitó para sobrevivir que su corazón fuera sustituído por un reloj de madera, un reloj que debe cuidar. siguiendo unas sencillas reglas: Uno: No toques las agujas, Dos: Domina tu cólera, Tres: No te enamores nunca; La mecánica del corazón depende de ello. Jack tiene un aparatoso reloj de cuco en el pecho que cuidar, pero ¿no tenemos tod@s un precioso corazón que en ocasiones nos domina y que con esmero tratamos de proteger de las dentelladas de la vida?. Una novela alegórica, tierna y cercana, que sin duda seduce a adultos y jóvenes por igual.
Si os gusta el universo de Burton, os recomiendo esta novela, y si os gustan las historias que mezclan la más cruda realidad con la mágia y la candidez de los cuentos (sin caer en lo relamido y cursi) también.  Pero sobre todo os la recomiendo si os gusta disfrutar de una buena escritura, Mathias Malzieu consiguió transportarme a la noche más fria de la Historia en pleno Agosto, y de verdad sentí frio.


...


PD.: No hay que juzgar a los libros por su portada (y a veces tampoco por su contratapa y si me apuras tampoco por el autor) pero en este caso sigo prendada de la estética.  La ilustración de La mecánica del corazón (y según tengo entendido, del resto de títulos de Mathias Malzieu: La alargada sombra del amor y Metamorfosis en el cielo, que ya ocupan su espacio en mi e-book y espero poder leer este año) corren a cargo de Benjamin Lacombe (http://www.benjaminlacombe.com/), autor e ilustrador de, entre otros, Los amantes mariposa, un precioso libro infantil. El diseño que caracteriza a Lacombe es dulce, elegante, huele a lluvia y tormenta y tiene un punto burtoniano en el diseño de esas miradas lánguidas acompañados de preciosos detalles que rozan lo extravagante. De las obras literarias de Lacombe no puedo hablar pues aunque me hubiera gustado dedicarles tiempo lo que no les he podido dedicar, de momento, ha sido dinero (los libros, de tamaño A3 y con un hilo ilustrativo más que literario están entre 20-30€), pero sí me gusta ver sus ilustraciones aunque sea vía on-line. Si os gusta la portada de La mecánica del corazón, el resto de su obra (hasta la fecha) no os resultará indiferente.

2 comentarios:

  1. Coincido plenamente contigo. Lo leí de un tirón, que es de la única forma en que sé leer un libro cuando me atrapa. Y lo elegí por el título y la portada, que aunque dices que no es método, yo me suelo valer de él.También porque necesitaba de aquellas reglas.
    Ahora, al ir a ojearlo, me he dado cuenta de que ya no lo tengo: lo presté (ahora me arrepiento). Recuerdo las calles de Edinburgo, al protagonista y su amor por la muchacha , Sevilla , el rival...Sobre todo, cómo entramos en el corazón del protagonista. Precioso.
    Pd: suerte en tu andadura. Me gusta tu blog: acabo de descubrirlo a través del de CrisC.

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  2. Hola Coeliquore, me alegra saber que te ha gustado el blog :). Yo también he perdido algunos buenos libros en algún préstamo olvidado y da mucha rabia, especialmente si el libro es uno como el de Malzieu (pero bueno, si tienes e-book, recuperarlo está a golpe de clic). Respecto a elegir en base a la portada, en mi opinión no es método, pero más de una y más de doce ha sido el motivo por el que he elegido un libro en concreto así que, bien me vendría aplicarme aquello de 'consejitos vendo pero para mí no tengo':P

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