miércoles, 1 de octubre de 2014

Reseña: arrancad las semillas, fusilad a los niños

Hace unos años me dio por la literatura japonesa. Encontré una versión de Kafka en la Orilla de Haruki Murakami que me encandiló desde la página 1. En aquella ocasión lo leí en catalán y después de haber leído la traducción castellana, me quedo con la primera. Eso sí, pra el título no  porque Kafka a la platja me suena a sketch de la hora chanante y Kafka en la orilla (海辺のカフカ para los entendidos) recoge mejor esa idea de estar en un límite entre lo real y lo onírico.
A kafka en la orilla le siguió Hombres salmonela en el planeta Porno (no sé si en japonés suena igual pero las traducciones siempre resultan un tanto surealistas), que es una recopilación de seis relatos cortos de Yasukata Tsutsui y una entrevista al autor. Algunos de los relatos son brillantes y extraordinarios, una mezcla entre la ciencia ficción, el manga y la contextualización kafkiana y a veces burocráticamente absurdo. Página a página hay un derroche de imaginación que muestra un mundo tan violento como sexualizado y ridículo. Los cuentos que más me gustaron y por ende los que más recuerdo son "El último fumador", una exploración del acoso y derribo de la libertad personal en aras de la salud, una tronchante radiografía de las leyes contra el tabaco; "El mundo se inclina" sobre una ciudad flotante que tras una tormenta empieza a inclinarse. Los científicos avisan del peligro pero la mayor parte de la población así como sus políticos, niegan la evidencia y tratan de 'hacer como si nada' calzando los muebles. Una crítica irónica hacia las autoridades que velan por la 'marca España' digoooo por la imagen del país, mientras la basura se esconde bajo la alfombra.
 

De el conjunto de relatos salté a Haruki Murakami de nuevo y a su famoso Tokio Blues, pero no terminé de cogerle el gusto y lo abandoné, queda pendiente para otra ocasión. Así que explorando otros autores, acabé con Ketzaburo Oé y su Arrancad las semillas, fusilad a los niños que, después de esta larga introducción, es la reseña que me ocupa hoy.
Arrancad las semillas, fusilad a los niños me recordó a El señor de las Moscas en su presentanción. Tuve curiosidad por ver cómo variaba la perspectiva occidental de William Goldgin frente a la oriental de Oé sobre un mismo tema: un puñado de niños se quedan solos (en una isla tras un accidente de avión para Golding, en una aldea en mitad de la guerra para Oé) y deben arreglárselas sin adultos formando una suerte de sociedad.
Golding aniquila el mito del buen salvaje de Rousseau y plantea que la socedad de los niños pronto virará hacia un gobierno del más fuerte, donde la violencia gana terreno a la democracia asamblearia que parece ser la primera opción. También postula las primeras líneas de una religión 'del consuelo' en el que 'dios' se representa como 'el señor de las moscas' un ser al que idolatrar por miedo, al que rendir tributos y por el que luchar llegado el caso. He leído este libro varias veces, y siempre he echado de menos la presencia de una voz femenina. ¿Una sociedad de niños y niñas también habría derivado en la violencia?, ¿los niños pequeños habrían quedado a su suerte?, ¿el lenguaje se hubiera disuelto y perdido tanto?...
Oé sitúa la acción en la  Segunda Guerra Mundial. Un puñado de adolescentes de un reformatorio que no han sido recogidos por sus padres durante la evacuación, se ven obligados a peregrinar junto con sus monitores a una aldea en las montañas donde vivirán a cambio de trabajar. Sin embargo cuando llegan descubren que en la aldea hay un brote de peste y los aldeanos deciden abandonar el pueblo antes de verse infectados dejando allí a los chavales a su suerte. En el pueblo han quedado atrás una niña que se quedó velando a su madre muerta y un niño coreano, I. Así, sin adultos, los niños eligen casa y saquean graneros en busca de comida que cocinan como mejor pueden. Entre intentos de restaurar las tradiciones que conocen (por ejemplo, enterrar a los muertos), introducen variantes infantiles como patinar sobre hielo. 
En el librito de Oé la violencia y la crueldad se hacen patentes a través de muertes descarnadas y ataques injustificados. La voz femenina aparece, representada por una niña parca y un tanto perturbada que termina siendo una excusa para sacar a escena la sexualidad violenta tanto heterosexual como homosexual. 
El drama de la novela breve del japonéstransmite una agonía extenuante que acompaña al lector más allá de su final ya que este nunca tiene lugar. Además carece de esa especie de letaina moralista que aparece en Golding. Oé muestra una imagen derrotista ante el poder de la masa, de la sociedad cruel y miedosa ante lo diferente. 
Una novela interesante que puede gustar a propios y extraños de la literatura japonesa y que permite reflexionar sobre la naturaleza del ser humano y su  relación con el próXimo. 

jueves, 11 de septiembre de 2014

Reseña: Porvenir

Entre mis lecturas veraniegas han estado varios libros de autores que han tenido el detalle de mandarme sus obras para que las lea y reseñe. Una de ellas ha sido Porvenir de Pablo García, y a ella quiero dedicar el post de hoy.

Personalmente no soy muy amiga de las aventuras espaciales. He leído algo de Isaac Asimov y por supuesto Esfera de Carl Sagan, pero poco más, así que desde mi poca experiencia en este género, me meto en el lio de opinar sobre Porvenir, una novela breve, unas 150 páginas, de ciencia ficción. Pese a, como decía, no ser un género que me atraiga demasiado, he de reconocer que la novela de Pablo García me ha resultado muy entretenida. Es más, la leí sin interrupciones en una tarde por un lado porque su extensión lo permitía y por otro porque su argumento me mantuvo en ascuas desde el principio a fin.
Aunque podeis leer la sinopsis oficial (y llegar a los links de descarga) aquí, yo propongo una alternativa y la defino como una distopía futurista disfrazada de utopía. La búsqueda de una Tierra nueva en los confimes del universo para sustituir a nuestro agotado punto azul. La propuesta es interesante y después de haberme aficionado este verano a la reedición de Cosmos: a space odyssey , todavía me  atraía más. Así pues, con esta premisa arranca la novela, introducciéndonos en la nave Porvenir, como uno más de sus tripulantes, en la misión de encontrar un nuevo hogar para la humanidad. 
En una forma bien construída que parece reforzar el ambiente de opresión y soledad del espacio, imperan en la propuesta de García, las voces indirectas e interiores de los protagonistas. Cabe lamentar una mejor construcción de los diálogos e interacciones que tienen, en mi opinión, una estructura más oscilante, siendo a veces geniales y otras demasiado parcas o superficiales. En cualquier caso, constituyen un plano secundario pues a pesar de la acción, que sin lugar a dudas está presente en ella, cobra más relevancia y parece más repensado y estructurado el aspecto reflexivo sobre los hechos que se van sucediendo. 
Tal vez se echa en falta una mayor construcción de los personajes, de su complejidad, de sus historias. A pesar de las  situación que les envuelve (y que no contaré para no destriparle a nadie lo que creo que es un argumento que consigue, y debe, mantener al lector en vilo sin spoilers) no he terminado por encariñarme con ninguno de ellos. Esta es mi principal crítica. Quizá por lo apresurado de los acontecimiento, o porque el foco alumbra más el escenario que a los actores, los personajes resultan demasiado planos para mi gusto. Y es que, en mi opinión, una historia tan interesante, que plantea dilemas de tanto calado, desarrollada con un poco más de profundidad pasaría de ser buena a ser genial. 
Así pues, aunque me quedo con ganas de haberme asomado más a algunas partes que la narración sugería pero no terminaba de mostrar; y haber conocido más a los personajes con los que he compartido la aventura, me queda la sensación de una novela bien escrita, bien documentada y cuyo suspense mantiene la atención del lector desde la primera línea hasta la última. ¡Mi sincera enhorabuena a Pablo García!   
 

jueves, 4 de septiembre de 2014

Shakespeare and company

Tras esta pausa veraniega, retomamos las publicaciones con un post colaboración firmado por Sonia.

29 de agosto de 2014
Shakespeare and company
37 Rue de la Bûcherie
75005 Paris, Francia


Es turística, es antigua y aún así la parte de arriba está prácticamente vacía, donde te invitan a coger un libro y leer. Y sin saber por qué la vejez de los cimientos, los objetos desgastados por el tiempo y por el uso siguen vivos. Máquinas de escribir que esperan ser tocadas, un piano anhelando que un dedo o dos o tres se posen en él, sofás, sillas que han visto más culos que tú y yo juntos. Aunque advierten de que no se pueden hacer fotos, la gente se lo pasa por el forro. Yo no, quien quiera sentir lo que es estar aquí que no se conforme con una foto, que venga, pero que no asista con prisas, con la necesidad de hacerse la foto y seguir el tour turístico. Que se siente, coja un libro si lo desea o no; que simplemente sienta y piense o que escriba lo que siente.
Tal vez hoy me encuentro especialmente bohemia y metafísica, e incluso la llegada de turistas hablando cargados con sus móviles empieza a molestarme. ¡Idos de mi pequeño santuario temporal! Y sí, posiblemente, la disposición de todo en ella haya sido creada para sentirte así, que sea un elemento más de la lista turística, una falsa decoración para sentirte vintage, hipster, cool o como quieras llamarlo.
Sin embargo, hoy me niego a analizar, a observar con los ojos de la lógica y me dejo llevar: me siento en una butaca marrón ajada, al lado de un ventanal con una mesa de madera y una máquina de escribir (de esas que ya no se utilizan porque son un vestigio del pasado), rodeada de estanterías llenas de libros, un sofá, bancos, dos o tres personas, unas cuantas fotografías y un cuadro imperfecto de colores estridentes del Quijote y sus molinos. Ven, acércate, solo, sin compañía, en soledad o acompañado en silenciosa complicidad por aquel que sabes que te va a leer los ojos mientras tienes esa mirada plena.
Empiezo a sentir frío, por el ventanal entra una brisa de agosto inconcebible en el mediterráneo, y me quedo inmóvil pensando cómo continuar esto. Quizás sea mejor dejarlo así, coger un libro y…

P.D. justo cuando dejo de escribir giro la cabeza a la derecha y me encuentro un libro en español, de los pocos que debe de haber en esta biblioteca de Sylvia Beach: Extraños en un tren de Patricia Highsmith. Me voy, ha sido suficiente emoción por hoy.
 

miércoles, 13 de agosto de 2014

Reseña: Jo confesso, de Jaume Cabré

Durante más de mes y medio estuve esforzándome por leer Jo Confesso de Jaume Cabré. No es porque sea una mala novela (al contrario), simplemente estuve, como dice la segunda acepción de la RAE para 'esfuerzo', teniendo que hacer un empleo enérgico del vigor o actividad del ánimo para conseguir algo venciendo dificultades. Mi 'dificultad' en este caso es leer en una lengua que aunque leo, hablo y escribo con fluidez, no deja de exigirme un punto extra de atención, aún más cuando el lenguaje y las estructuras son de un nivel ligeramente superior al estandar, como es el caso de la prosa de Cabré. Lo dicho, tengo que vencer estas dificultades, pero no cejé en mi empeño por una cuestión estética (me gusta la historia y quiero saber cómo acaba) y también por otra de disciplina que posiblemente es más importante: dejar algo porque requiere esfuerzo nunca es razón suficiente. Vamos allá con la reseña.
Empecé Jo confesso tres veces. La abandoné dos. La terminé una. Una marca poco corriente para mí. Pero, como os decía líneas atrás, la escritura de Cabré me resultaba compleja. No es una novela que se lo ponga fácil al lector, al contrario, le exige una atención constante, con cambios bruscos escenario, personajes y tiempos (sin mediar un final de capítulo, a veces ni un punto y a parte, ni tan siquiera un punto y seguido). Las voces de los más de cien personajes que conforman el coro de la novela, transitan a lo largo de la misma oración. Un ejercicio dificil para el autor, estoy segura, pero que obliga al lector a abandonar la zona de confort de atención media para no perderse un solo detalle.



En esencia podríamos decir que la historia es una autobiografía contada a modo de carta personal/posible novela/ confesión sin lugar a dudas, de Adrià Ardèvol, un niño catalán, nacido durante la dictadura en el seno de una familia de clase media alta pero sin una pizca de calor humano. Sus únicos amigos durante gran parte de su vida son Bernat, su compañero en clase de violín, y la extraña pareja que forman el Sherif Carson y el gran cacique arapaho Águila Negra, dos muñecos con mucha voz. Su vida, en Barcelona, en París, como humanista consumado, amante de las antigüedades, estudioso empedernido, intelectual incansable y ser humano en perpetua búsqueda del sentido de su vida, se mezcla con la de su padre a través de una herencia envenenada que toma cuerpo en la figura de un violín, un storini ni más ni menos. La vida de este instrumento desde que su madera, aún sin tallar, crecía en el bosque hasta el momento en el que Ardèvol lo descubre, es el leimotiv de la novela.
A lo largo de más de 700 páginas los personajes van y vienen, sus historias se despliegan o se insinúan. Las voces se mezclan, a veces se pierden en un tejido superior a todos ellos para de nuevo encontrarse en una encrucijada sorprendente. Cuesta entrar en ella pero una vez dentro la novela te atrapa sin remedio entre sus páginas.
Me llamaron especialmente la atención recursos prosaicos para eludir hablar de lo que ni hace falta en la trama ni resulta trascendental. El autor no se despeina al poner un: y él contestó "bla, bla, bla", ni tiene problemas en, durante una puja, omitir las cifras señalándolas de refilón con un simple: " vale tanto con tanto". Creo que muchas veces los autores se curran muchísimo la atención a los detalles e investigan, por ejemplo en el caso de la puja, cuanto 'realmente' costaría el objeto en cuestión para ser lo más 'realistas posibles'. La documentacion de un escritor siempre me ha parecido una tarea enorme que no siempre es valorada en su justa medida por el lector medio. La estrategia de Cabré no me parece, sin embargo, una forma de 'escaquearse del curro', ¡al contrario! se nota un gran trabajo de estudio en otras muchas partes de la novela (Jo confesso es también una muestra del enorme conocimiento humanista de Cabré. El autor combina idiomas (catalán, castellano, francés, inglés, alemán,...) e introduce amplias disertaciones filosóficas, artísticas, musicales, sociales... Aunque esto, a ratos, puede resultar un poco tedioso para un lector que prefiera las tramas rápidas.). Por eso creo que ha sido un buen ejercicio para economizar detalle en lo superfluo pero elaborar bien el contenido de lo que lo precisa. Un equilibrio muy bueno que no está al orden del día.
Si tuviera que subrayar algo de la novela, hay dos escenas que me parecieron excelentes a nivel de escritura y creatividad. Y no se me malentienda. El conjunto es estupendo, más que merecedor de todos los reconocimientos de los que ha sido objeto. Pero esos dos fragmentos son, para una servidora, excepcionales (no sigas leyendo si no quieres espoilers y pasa directamente al siguiente párrafo). Uno de ellos es la ordenación de los libros en casa de Adrià o más bien la creación del mundo según un librófilo que se clausura tal que así: "I el Senyor va contemplar la seva obra i va dir que estava molt bé, perquè tenia l'univers a casa en una classificació més o menys decimal universal. I va dir als llibres creixeu i multipliqueu-vos i escampeu-vos per tota la casa"(pg.376). La otra es la declaración en la puerta de Sara con el absoluto sentir de un vendedor de enciclopedias. Cabré es sorprendente en ese uso de los giros. Me queda pendiente leer más de su obra porque si son algo así como 'marcas de la casa', ¡quiero más!
No os voy a engañar, no es una novela a la que hay que dedicarle tiempo tanto por su extendión como por su complejidad, pero por favor, que el peso de sus páginas no os impida adentraros en el mundo que Cabré ha creado para Adrià Ardèvol y para sus lectores. Y si teneis oportunidad de leerlo en su lengua original de publicación, hacedlo. No he leído las traducciones pero, habiéndolo leído en catalán creo que muchos de los juegos retóricos que se hacen con el francés se perderán en gran medida en la traducción y es una lástima.

lunes, 14 de julio de 2014

Libros nuevos y noticias veraniegas

Bueno, bueno, aunque aún tengo pendientes algunas reseñas, hoy toca un post 'publicitario'. Hace unas semanas Fernando Carredano me hizo llegar muy amablemente su novela La cena de los caníbales. Aún no he tenido tiempo de hincarle el diente, pero la tengo en mi lista de lecturas de verano. Una de las cosas que más me ha llamado la atención de la campaña de promoción de Carredano es que, poco después de recibir la novela su editoria, Almudena Muñiz, volvió a contactarme para darme una nueva versión adaptada según las críticas y comentarios de los primeros lectores. ¡Me ha encantado la propuesta! es una forma extraordinaria de aprovechar la rapidez de la red y la diversidad de opiniones que a través de ella se pueden obtener. Aunque es una maniobra arriesgada ya que nunca llueve a gusto de todos y cambiar la obra 'a demanda' de los lectores puede ser un juego infinito, como experimento me parece muy interesante. Tengo muchas ganas de leerla. Mientras tanto os dejo un poco de información:
La cena de los caníbales
La guionista Desiré Juárez acude a la cena de navidad de la productora en la que trabaja. Allí será recibida por su jefe, un ambicioso y turbio empresario audiovisual que ha insistido en invitar
también a la prensa especializada, pues la celebración no es más que una excusa para presentar en sociedad la serie de televisión que ha estado produciendo durante los dos últimos años.
Una vez en el restaurante, entre canapés y excesos alcohólicos, quedará al descubierto la verdadera cara de los invitados, y a través de sucesivos flash backs se irá desvelando una trama de feroces luchas profesionales.
La podeis encontrar aquí: Amazon.



Y por otro lado, a título más personal, mi blog de manualidades Hilo, papel y tijeras desaparece (oooooooooohh) pero no con él mis diseños y creaciones. Junto a mi amiga Bea lanzamos Le Petit Boutonnière una página de creaciones artesanales donde podeis seguir encontrando fundas de e-reader artesanales y personalizadas, broches, marcapáginas, y además, un montón de cosas nuevas todas super originales y hechas con todo el cariño del mundo. ¿Por qué no os pasais? iremos actualizando periódicamente con nuevos diseños y creaciones, así que si os gusta apuntaros al blog! o seguidnos en nuestro facebook
http://lepetitboutonniere.blogspot.com.es/

Reseña: Trilogía del Baztán. Legado en los huesos

Y recién terminado El guardián invisible pasé, como si simplemente pasara de hoja, a Legado en los huesos. Hay una continuación casi natural entre los dos libros que, aunque distan entre sí unos buenos 8 meses de tiempo de la novela y menos de un año en tiempo real (aunque ya sabemos que eso para un lector enganchado equivale a una eternidad), se pueden leer perfectamente como uno solo.

Volvemos a reencontrarnos con la agente Amaia Salazar que a la luz de los acontecimientos que se relataron en El guardián invisible ha sufrido una transformación personal y profesional evidente. Su marido perfecto sigue siendo perfecto, la tía Engrasi sigue siendo un personaje encantador que da vida a todo el pueblo de Elizondo. En fin, volvemos a lo que ahora ya es un lugar conocido donde el mal vuelve a cernirse. Quizás por eso ahora la autora decide tomarse los ataques en el Valle como algo más personal tanto para los personajes como para el lector. Y lo consigue. Es imposible no sentirse herido en lo propio por la desfachatez de los actos criminales ahora que conoces el lugar.
El nuevo caso, que esta vez se ramifica en una historia ligeramente más compleja que avanza a lo largo de tres investigaciones separadas, comenzó en el libro anterior como una sugerente pincelada discordante que al terminar el epílogo resaltaba poderosamente. Ahora, Dolores Redondo apunta esa pincelada que se extiende generando este nuevo argumento tanto o más intrigante ( e intrincado) que el otro y que nos vuelve a asomar a las tripas del trabajo policial y a la ventana personal que nos aboca a los problemas familiares de Amaia.
En El guardián invisible nos encontrábamos a una protagonista cientificista que rehuía de las explicaciones mitológicas o mágicas que su tía, una consumada echadora de cartas de la que no nos cabe la posibilidad de ridiculizar por ingénua ni en una sola ocasión, trataba de convencer de que su descreimiento era injustificado. Ahora parece que la tía Engrasi arrastra cada vez más a Amaia a su terreno y el plano más 'realista' es invadido poderosamente por el aspecto 'mágico' en un desequilibrio que transforma el conjunto en algo más 'ficticio' (¿cabe este adjetivo para hablar de una novela?) que su predecesora. Tal vez este viraje sea la única pega que puedo poner a un libro que en general me ha gustado mucho mucho.
Encuentro en ese repentino protagonismo mágico ecos de una tendencia presente en otros libros y películas. Me vienen a la cabeza la película Luces Rojas o la serie True Detective ¿Qué problema hay con que los personajes cínicos, cientificistas o escépticos, que niegan la existencia de fantasmas, providencias, basajaunes o damas del lago sigan siendo escépticos,
cientificistas y cínicos al final? ¿por qué ese empeño en 'convertir' a los no creyentes? el acoso y derribo que sufren los que no comulgan con lo paranormal es incesante y parece que no puede darse un cierre completo si no hay una conversión, a lo Pablo de Tarso, en el último momento. "La verdad está ahí fuera" decían en Expediente X donde no cejaron en el empeño de convertir a Scully en una creyente (Believer que no Belieber, por el amor de Dior) dejando la 'puerta abierta' a la explicación paranormal (cuando todos los que veíamos Scooby Doo sabemos que no hay caso paranormal que no pueda ser explicado por un malvado empresario disfrazado y una mesa de efectos de sonido). Bueno, con cariño y sin acritud, respetando mucho las creencias de todo el mundo y desde el respeto que me produce tanto el trabajo de investigación sobre la mitología del Valle de Baztán así como la gracia a la hora de introducirla en el relato, en esta ocasión tanta mágia y tantos giros motivados por 'lo inexplicable' me resultan un poco cargantes. Sobretodo porque la trama ya es lo suficientemente potente por sí misma, no hace falta añadirle elementos mágicos que la hagan brillar porque ya brilla. Como diría Jordi Cruz en Masterchef: Si el producto es bueno no le pongas nada más. Si tienes una Langosta no la hagas con gambones y vieiras, la langosta luce sola (bueno, más o menos, ¿conocéis a las Gurmés?).
Pero bueno, salvo por esta crítica, con Legado en los Huesos, Dolores Redondo se reafirma en el panorama literario con una novela que no tiene nada que envidiar al mejor thriller americano.
He leído por ahí que la trilogía se convertirá en cómic y también en peli. Yo con que en breve se publique el final me doy por satisfecha ya que, aunque cada novela es autoconclusiva, los hilitos sueltos que la autora deja colgando de las costuras, aunque son pequeñitos, aunque casi no se ven... ¡¡¡Me llenan de curiosidad!!!

martes, 1 de julio de 2014

Reseña: Trilogía del Baztán. El guardián invisible.

Al final no sé para qué pongo el orden en el que voy a subir las reseñas porque al final las subo de otro modo, en fin... ¡Lo siento! y siento también la tardanza pero ya sabeis, fin de curso, exámenes (todo aprobado, ¡bien!) y demás quehaceres (de todo menos ir a la playa, sigo blanca nivel lectura de interior). Pero bueno, vamos al turrón que es lo que importa.

Mi tío, al que los libros se le suelen alargar mucho en la mesilla de noche, me recomendó esta novela con la frase 'Me lo leí en una semana'. Dicho y hecho, no se equivocó con los de Carlos Sisí y con tan prometedora publicidad  la trilogía de Dolores Redondo no podía defraudarme. Y efectivamente, a mí también me duró una semana, pero no solo el primer libro, sino el primero y el segundo. Hacía tiempo que no me ponía a leer sujetándo el kindle en una mano mientras removía los fideos en la otra, pero los libros lo merecen.
Lo de leer mientras cocinas no es una idea del todo buena...

Cabe decir que comencé a leer la novela con el convencimiento de que tenía entre manos una novela americana de misterio (cosas de usar el kindle y entrar en los ebook sin fijarme apenas ni en el título, ni en el autor ni, mucho menos, en la portada). Nada más lejos de la realidad. La autora es autóctona y el emplazamiento de su historia también. Ya sabeis que no suelo ser fan de los autores españoles. No hay ni prejuicio ni intención, simplemente me atraén más géneros que han sido cultivados con más frecuencia (y en ocasiones con más acierto) por autores extranjeros. En todo caso,  tomar conciencia de que eso de Trilogía del Baztán tenía que ver con el Valle del Baztán, sito en la Comunidad de Navarra, me entusiasmó. Me encantan los parajes del Norte de España, me llenan de curiosidad la historias que toman tierra en espacios conocidos, así que empezábamos con buen pie.
Pero, ¿de qué va? pues El guardián invisible relata la investigación de una serie de asesinatos por parte de la policía foral de Navarra. El equipo, con Amaia Salazar al frente, debe encontrar al culpable que ha asesinado a varias niñas, dejando sus cuerpos sin vida en el Valle, antes de que vuelva a atacar. Amaia, que ha trabajado en el FBI y cuyo marido (alias hombre perfecto) es un conocido artista americano, no es la típica policía de barrio precisamente. Ello contribuye a que la historia, aunque no pierda su contextualización vasca en ningún momento, crezca en un ambiente más propio de True Detective que de Los Hombres de Paco y eso se agradece.  
Podríamos decir que la línea argumental principal se concentra en el caso criminal y su resolución así como los giros que este va sufriendo, mantienen en vilo al lector. No obstante, de forma completamente pareja se desarrollan dos subtramas que tiran de la curiosidad de quien se adentra en la lectura, casi con la misma intensidad. Una de ellas la configura la realidad personal de la agente Salazar, su familia, los entresijos que la han llevado a la situación delicada en la que la encontramos cuando comienza la novela, los secretos que se ocultan en el pasado y las interferencias que provocan en el presente. La segunda es la que golpea rítmicamente la realidad cotidiana e indiscutible de las otras dos con la bella y mágica mitología vasca que, una y otra vez, amenaza con tomar cuerpo y arrebatar de sus guías cualquier planteamiento cientificista que se trace en la historia.
Amaia Salazar es uno de esos personajes con los que te encariñas desde la página uno. A caballo entre su carrera profesional y su vida profesional, es una mujer fuerte a la que en ocasiones su vida personal la supera. Por algún sitio he leído que se compara con la agente Clarice Starling de El silencio de los Corderos. Yo, desde el conocimiento que me dan las películas (no me he leído las novelas de Harris, pero es material pendiente), no veo esa similitud. Starling renuncia a tener familia para dedicarse plenamente a su trabajo, Salazar se enfrenta a la titánica tarea de ser la una excelente profesional y llevar adelante todos sus proyectos personales y familiares. Clarice proviene de una familia rota, cierto, y desde muy joven tiene que enfrentar la realidad de verse sola en el mundo (queriendo, en el impass, salvar a ese pequeño corderito que gritaba en la noche); pero la historia familiar de Amaia no es que sea dura, es que es cruel. En ambas su niñez condiciona su moral, régia y salomónica, pero de la honorable americana tipo en la que se convierte Starling a la pasional vasca que representa Salazar hay un océano atlántico y toda una historia cultural de distancia. Por eso para mí Amaia es un personaje con un caracter muy particular, muy propio y poco comparable, sino es en líneas muy generales, con otras 'mujeres policía'.
Si Amaia representa el aspecto formal, racional y en ocasiones hasta burocrático, el contrapunto lo representa su tia Engrasi (Como en las novelas de Kate Morton, aquí la voz predominante es femenina, los hombres parecen meras comparsas. Nada de lo que quejarme, simplemente es un apunte). Una mujer entrañable, que echa las cartas con un convencimiento capaz de hacer dudar al más escéptico. Es el corazón de la casa de Elizondo, pero también el eje principal que permite darle una oportunidad a la mágia que circunda la historia. Engrasi es quien posibilita el puente entre la realidad y lo mitológico, la que le da el peso suficiente para que los personajes máginos toquen tierra durante unos minutos y luego se desvanezcan. Otro gran personaje sobre el que pendulan tantas dudas irresolutas que más allá de la letra escrita te permite fabular sobre su historia.

Así pues, además de un thriller estupendo tenemos un elenco de personajes interesantes y de unas particularidades psicológicas intrigantes a los que apetece conocer cada vez más y más. Todo ello salpicado por giros espectaculares en los que el folklores vasco y la mitología del Valle parecen confundirse de manera que la línea entre realidad y fantasía por momentos se desvanece casi por completo.Una novela estupenda, encantadora de leer y que combina acción, emoción, terror y mágia en un equilibrio increíble.
Y así fué que no bien había cerrado las tramas principales del primer volumen, la autora me indicó que los flecos sueltos empezaban a tejerse en el segundo. ¿Cómo no empezar a leer Legado en los Huesos inmediatamente?